Esta mañana he paseado tranquilo por mi ciudad, el silencio imperaba, y con ello me he deleitado, he disfrutado de la tranquilidad de la playa y de sus tonalidades celestes, me he cargado de energía positiva para la semana, y he aclarado un poco mis ideas.
De camino hacia casa, e disfrutado de las flores que nos regala el parque de Málaga, y una amable vendedora de origen peruano, me invita a mantener una conversación con ella. Me detengo a mirar unos collares muy bellos, y le pregunto que si los ha realizado ella, y que si el material es cristal o piedra. Muy amable y educada me contesta que no, que es plástico, que ella los hacía en su país de piedra y que los más caro los suele vender en la zona del palo, poco a poco esa mujer me transmite algo, no lo sé me siento a gusto hablando con ella, y hablamos de la falta de amor en esta sociedad del no tener un poco de tiempo para escuchar al otro, de no valorar el trabajo de los demás, a correr, al consumir por consumir y el no dar las gracias al otro por una simple sonrisa. Eso me hace alegrarme mucho, y me da las gracias por mitigar un poco su soledad en el parque.
Tras mi siesta reparadora y preparándome para ir a tomar el te de los Domingos, doy muchas vueltas por mi estantería intentando localizar un libro que me llene, pero no encuentro ninguno. De repente, no se como, me vuelvo a reencontrar con "El principito" de Antonine de Saint-Exupéry, este libro ya me lo he leido en varias ocasiones de mi vida, y siempre me aporta algo positivo, así que lo cojo entre mis manos y me lo llevo para leerlo.
Llego a la tetería y es un remanso de paz, hoy juega el Málaga y me concentro con mi libro, la infusión, la música suave, la tenue luz que entra por la ventana y el volumen de las conversaciones cercanas, hacen que me adentre en ese mundo maravilloso, que sorbo a sorbo del te, hacen que lo acabe de nuevo.
Como enseñanza me quedo:
Las personas mayores aman las cifras, cuando les habláis de un nuevo amig@, no os interrogan jamás sobre lo esencial. Jamás os dicen ¿cómo es el timbre de su voz?, ¿que nos transmite? ¿cuales son los juegos que prefiere?, ¿colecciona mariposas?. En cambio os preguntan ¿que edad tiene?, ¿cuantos hermanos tiene?, ¿cuanto pesa?, ¿cuanto gana el padre?. SÓLO ENTONCES CREEN CONOCERTE.
Qué reflexión más profunda, y cuanta verdad manan de estas palabras, a veces nos dejamos llevar por el materialismo puro y duro. A ver cuantas veces le preguntamos a nuestros amigos, ¿cuantos amaneceres disfrutáis?, ¿has llamado a tu amigo, para ver como se encuentra?, ¿cual es tu sueño?, ¿como recibes cada día?, ¿has mandado un mensaje o una llamada de amor y cariño hacia otra persona para que tenga un buen día?, ¿has sembrado amor?, ¿has hecho feliz a alguién? , ¿has atenuado la soledad de alguien?, ¿has dado buenos consejos?, son muchas las cosas que podemos hacer por los demás, para que ellos en un futuro, cuando estemos necesitados, nos lleguen esos mensajes que dejamos algún día.
Lo mejor del día, una bella sonrisa de mi pequeña sobrina, me ha alegrado el alma, me ha hecho respirar hondo y sobre todo me ha dado más ganas de vivir.
Las gentes tienen estrellas que no son las mismas para cada uno. Para los que viajan, son sus guías, para otros, no son más que lucecitas. Para los sabios, son problemas. Para el Hombre de negocios, oro. Para todos ellos esas estrellas no hablan. Tú tendrás estrellas como nadie las ha tenido.
Cuando mires al cielo, por la noche, "el prinicipito" habitaré en una de ellas, reiré en una de ellas. "Tú tendrás estrellas que saben reir", y cuando te hayas desconsolado, estarás contento de haberme conocido, serás siempre mi amigo, y tus amigos se sorprenderán, al verte reir mirando al cielo, y les dirá "las estrellas siempre me hacen reir".
Para terminar el día, la luna ligeramente sale, ya está llegando a su plenitud, para deleitarnos a todos los enamorados de ella a disfrutar de sus encantos.
Amig@s os deseo un bello amanecer, y una reflexión sobre como ayudar a los demás en este mundo, cada vez más materialista, pero que nosotros con nuestro granito de arena podemos reducir.
-Alma Feliz y Libre-
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