De nuevo me surgen las ganas de escribir, ayer tras unos momentos de relax y conversación con la mujer de vida y compartir risas y miradas, llegan a mi mente una serie de sensaciones y emociones que me hacen recorrer por mi columna vertebral unos escalofríos muy placenteros, y dos gotas de mar se acercan a mis ojos, humedeciendo mis mejillas. Al observar esto, Rocío con su manos paran la caida de la lágrimas y las recoge en sus manos, haciendo estremecer mi alma, por tener a una persona que me da lo mejor de su interior.
Durante unos periodos de nuestras vidas, ambos hemos convivido con la soledad, y hemos adaptados estrategias para mantenerla alejadas de nosotros. Pero ahora en estos momentos con nuestro amor y compañía la hemos vencido. Y analizamos lo vivido en esos días y aprendemos de lo que nos ha ocurrido.
La soledad, desde el 12 de septiembre se ha apartado de nuestras vidas y el amor que generamos cada uno en nuestra unión nos hace más fuerte, felices y enamorados. Cada vez que tengo que estar separado de Rocío por algún motivo, me vienen a mi mente los bellos momentos que vivo junto a ella y realizo las tareas rápido para volver a gozar de su presencia.
Rocio, has entrado plenamente en mi vida, te necesito y necesito de tu amor, de tu compañía, de tu risa, de tu forma de afrontar los problemas que nos surgen, de esa caricia en ese momento oportuno.
Y tú para mí, eres algo necesario, alguien que realiza las tareas más enamorado cada vez, alguién que tiene un objetivo superior en la vida, algo que vas más allá de lo puro y material.
Vivo en una realidad idílica, donde pasan los días muy rápido, donde estar con Rocío me hace sentirme muy feliz.
Lo que vivo no es un sueño, siento, rio, disfruto de las cosas que nos regala cada nuevo amanecer con esta persona tan maravillosa, y nos engrandecernos como personas a ambos.
Hay una cosa que no se puede comprar, y es la felicidad interior de cada uno, por más que algunos se empeñan en lograrla a toda costa, pisoteando al otro, haciendolo sentir mal, o incluso buscar compañía para alejar a la soledad que está acechando en cada esquina.
La felicidad interior es un estado que se logra de forma natural, generando amor hacia nosotros mismos y hacia la persona que tenemos a nuestro lado, debo ponerme en la piel de la otra persona, sentir lo que ella ha sentido, y eso sólo es posible si me quiero a mí, se entenderme yo, para luego compartir y darle lo mejor de mí a la otra persona.
Es difícil resumir en un trozo de papel cibernético todo lo que estoy viviendo, pero en estos 15 días de vacaciones junto a Rocío, he vuelto a recordar vivencias infantíles de mi paso por las Colónias de verano, he disfrutado de un bonito cielo estrellado, del vuelo de nuestra lechuza que vive cerquita de nuestra casa, he disfrutado de un paseo a la orilla del mar junto a Rocío, he disfrutado comprando en los mercadillos callejeros, he realizado cosas que antes eran imposible para mí, he cambiado mi imágen personal, nos hemos reído mucho y he dado poco valor a tanto formalismo para quedarme con la esencia de la vida, disfrutar cada segundo, ya que este no se volverá a repetir.
Es bonito tener un sueño en la vida, marcarse metas elevadas, pero siempre basadas en ayudar al otro, en dar sin esperar nada a cambio y ser amigo de tus amigos, ya que lo que sembramos recogeremos y si sembramos amor, recogeremos una buena cosecha, pero no debemos desesperar, la cosecha no llega cuando deseamos nosotros, sino cuando estamos preparados para recibirla, valorarla y disfrutarla.
Mi sueño ha llegado un 12 de septiembre, se ha hecho realidad, he tenido el valor de subirme al tren y no arrepentirme de no haberlo tomado.
Cada minuto que pasa va acercándome al día de mi boda, algo lejano cuando la fijamos Rocío y yo, pero cada día con cada cosita se va materializando, vamos concretando el banquete, vamos concretando el viaje, vamos realizando proyectos sobre nuestro hogar, pero sobre todo disfrutamos el uno del otro sin agobios y sin prisas.
El día de nuestra Boda, es nuestro, debe ser el día para nosotros, para mostrar públicamente que el AMOR triunfa, que existe esa persona que encaja contigo, que debes tener paciencia y esperar, que ella o él llegan, y dejarnos acariciar por la mano de nuestros ángeles, que sabiamente nos dan más de lo que deseamos, y en cada nuevo amanecer darles las gracias por lo que nos han regalado.
A todos mi ángeles, que me ayudan, me alientan y me dan muchas cosas bellas, les dígo que en mi nuevo hogar tendréis un sitio preferente y hacerles ver a quien me visita que el AMOR triunfa siempre y que estos seres tan especiales, al menos para mí, cuando se les piden las cosas desde lo más interno y bueno de nuestro corazón te las hacen llegar.
Gracias Rocío.
-Alma Feliz, Libre, Bonita, Grande, Enamorada y Acompañado -
