Llevo varios días con asuntos que ocupan mi cabeza de manera persistente, pero esta mañana, al dirigirme a mi puesto de trabajo y contemplar el bello amanecer por el espejo retrovisor, me encuentro con la bella estampa de Madre María de la Purísima y en ella una frase impresa “que importa como actúen los demás contigo, da tanta paz el actuar bien con todos”.
Esta frase cobra mucha actualidad en estos momentos en que la Navidad nos rodea por todas partes, esta frase debe ser tenida en cuenta en todos los momentos de la vida, ya que si logramos aplicarla en nuestro día a día, veremos como nuestro entorno cambia y el influirá positivamente en el bienestar de nuestro alma.
Vivímos unos momentos muy duros, pero no debemos de olvidar que existen personas que lo están pasando peor que nosotros, personas que no se encuentran a miles de kilómetros, sino en la esquina de la próxima calle, personas como tú o como yo y en sus caras podemos ver el sufrimiento que viven cada día con motivo de esta situación económica o de salud que sufren.
Estas Navidades debemos aplicarnos, y ser mejores aún que otros años, debemos analizar y pensar en esas personas que sufren en cada acto de compra, dado que si derrochamos los bienes que nos han sido otorgados, estos se acaban y quién sabe si mañana estaremos en la posición de esa otra persona que está sufriendo hoy.
En palabras de Madre María de la Purísima “Reflexionar muchas veces en la oración los ejemplos de pobreza que nos dio el Señor en su vida; deben ser luces que guíen nuestros pasos”
Sigo dándole vueltas a mis asuntos y como persona inquieta intento buscar una solución rápida y contundente, olvidándome por unos momentos que tengo a unos seres especiales que quieren ayudarme y además cuento con nuestra Madre de la Esperanza Macarena que vela por que cada uno de sus hijos no sufra.
Ante tales circunstancias empiezo a buscar en google las palabras de Santa Ángela, encontrándome con una frase demoledora y que me hacen ver mis problemas de otra manera.
“Tened mucha confianza en nuestra Santísima Madre; ponedlo todo en sus manos. (Sor Ángela de la Cruz)”.
Que sabias palabras, que unidas a otras palabras de una gran mujer como es la Madre Superiora del Convento de las Hermanas de la Cruz de Málaga, la cual me habló de la DIVINA PROVIDENCIA. Con esta palabra y la reflexión de Santa Ángela, se puede resumir una gran enseñanza.
Nuestros mundanos problemas pueden encontrar solución, si confiamos en nuestra Madre y la ayuda de la Divina Providencia, ambas lograrán que nuestras almas se encuentren más aliviadas al poder trasladar nuestros problemas y dejarnos disfrutar más de las cosas bellas que se nos regalan en cada nuevo amanecer.
Quiero dejar constancia de mi agradecimiento a las Hermanas de la Cruz, por la cantidad de cosas buenas que le aportan a mi familia y a mí con la cantidad de buenas enseñanzas y reflexiones que han dejado muchas de sus Hermanas, que hacen encontrar luz en estos momentos de oscuridad que nos rodea.
-Alna Feliz, Libre, Grande, Bonita, Enamorada… -
