Los días van cambiando muy rápidamente, los amaneceres han pasado de la más cerrada noche hacia la más bella luz rosácea que se funde con el celeste del mar, desde el más intenso azul en el horizonte hasta el más bello celeste que las suaves olas rompen sobre la arena de la playa, dejando un bello sonido al deslizarse el agua por la arena.
Algo nos indica que la Semana Santa, va a llegar pronto, y eso para un cofrade como yo hace acelerar el corazón, vuelven las emisiones de programas radiofónicos de semana santa, vuelven a la calle los capirotes de cartón, trasiegos de bolsas con túnicas que van a volver a recobrar vida, tras muchos días metidas en armarios, vuelven los reencuentros con personas que hace tiempo que no veo, vuelven las papeletas de sitios, vuelve el reencuentro con mi Málaga.
Se acercan momentos muy bellos, pero sobre todo el poder disfrutar junto a mi mujer como va creciendo nuestro hijo y como nos va sorprendiendo cada nuevo día, con un pequeño gesto, una pequeña palabra…..
Este año vamos a disfrutar junto a él unos momentos muy íntimos y bellos, como es ver de nuevo a nuestro hijo con la túnica del Huerto, y como esos ojillos vivarachos quieren ir junto a los de su padre, para agradecer a nuestro señor del Huerto, tantas cosas bellas que nos han sucedido.
Deseo y espero que la salida procesional del Domingo de Ramos de este año, sea un momento muy bello para él, que le quede marcado en su corazoncito y que recuerde siempre que él es del Huerto y que salió con su Padre a los pocos años de vida.
Los Domingos de Ramos tienen que estar marcados en el calendario como un día de reencuentro con Jesús Orando en el Huerto, las sensaciones van a ser especiales, la necesidad de estar junto a Jesús, en un momento en que fue abandonado por todos y que Él tuvo que aceptar su compromiso, que pese al miedo y a la incertidumbre, nunca olvidó que su Padre lo Ama, le Guía y tras esos momentos de tanto miedo sabe que su Padre lo recogerá y estará sentado junto a él.
Cuando este Domingo de Ramos nos dirijamos a la Cofradía y la manita de mi hijo apriete con fuerza mi dedo meñique, voy a morir de felicidad, por tenerlo junto a mí sano y felíz, y al ver su cara agradeceré a Dios todo lo que nos ha regalado a nuestra familia, agradeceré tener un proyecto de vida, una Familia, una mujer y dos bellos hijos que harán que la vida que iniciamos mi mujer y yo, tenga sentido pleno.
Que bello es que a nuestro hijo le guste la Semana Santa y le guste acompañar a su padre en la procesión, ya voy contando los días para que ambos procesionemos junto al Cristo del Huerto, siempre con la mirada atenta de su madre desde un lugar especial del recorrido, y que al encontrarse con mi mirada su corazón y su alma se llene de felicidad por lo que hemos logrado juntos.
-Alma Feliz, Libre, Grande, Enamorada -
