Arranca el día 30 de abril, la mañana avanza llena de tensiones laborales, mermando mi salud. Al finalizar mi jornada laboral y habiendo dado cumpliento a los compromisos de envío de informes, me ocurre algo inesparado, ohhh Dios mío, he borrado involuntariamente un contacto de mi Messenger, le escribo un correo y le digo lo que me ha pasado.
Esta amiga, raudo y veloz me contesta y ya vuelvo a tenerla de contacto. Con lo difícil que está hoy en día, ganar y mantener a un amigo, no se pueden perder tan alegremente, gracias Dori.
Al llegar a casa, quedo con mi cuñada Regina, para cenar y contarnos nuestras cosillas, así como poder hablar con mi hermano, que hacía tiempo que no veía.
Me comenta Regina que ha quedado con varias amigas para cenar con nosotros, pese a la espera, fue una velada muy bonita y un ambiente de total cordialidad, terminando cerca de las 2,45 de la mañana.
Gracias Regina por esa bella velada, la cual me ha aliviado un poco la presión vivida en el día de hoy y un motivo más de conocer a dos personas (Marga y Luisa).
Tras la nochecita, toca levantarse temprano y emprender ruta hacia mi compromiso de Mayo, el Balneario de la ciudad de Canena (Jaén), tomo mi bello corcel y pongo ruta hacia ese bello enclave con su precioso castillo, que acogerá por 4 días a este Caballero con Alma Feliz y Libre.
Durante la ruta disfruto del Camino, Sierra Nevada me regala bellas vistas, pero sobre todo me impresiona mucho ver nevada su cumbre, una capa espesa de nieve que con el sol dándole, crea un efecto muy bonito, dando lugar a que mi alma se alegre y vuelva a sentir lo que parecía dormido durante mucho tiempo, el amor a las cosas que me rodean.
Tras pasar por Granada, me dirijo hacia Jaén y de ahí hacia Baeza y Úbeda, dos grandes ciudades Patrimonio de la Humanidad. A las 14,00 horas llego al Balneario de San Ándres, de orígen romano. Y que bello gesto del personal que lo atienden, me dan las buenas tardes y me saludan amigablemente, comentándome que yo ya había estado antes por aquí, le comenté que sí, que este era ya mi tercer año, y que venía a cargarme de energía positiva y buenos sentimientos.
Tras comer, tomo una reparadora siesta, para acontinuación tomar mis bañitos termales y como niño recien bañadito, tomo mi corcel para ir a Úbeda, hoy están en fiestas y bajan a la Virgen de Guadalupe, desde el Santuario a la ciudad. La ciudad transmite un ambiente festivo, la imagen es muy pequeñita, pero es tanto el fervor de sus conciudadanos que la agrandan.
Otro momento, muy bello para mi alma, y mi cuerpo ya empieza a reaccionar a tanta energía positiva que me rodea, por la columna vertebral es el primer lugar donde aparece y se va expandiendo por todo el cuerpo.
Acaba el día y de regreso al Balneario, el atardecer me hace pensar mucho sobre mis cosas, y hago un poco de exámen de conciencia de lo que me ha ocurrido en este año, es decir desde que vine el año pasado a este.
Una cosa que no me ha gustado de hoy, es el egoísmo de las personas mayores, se ponían nerviosos, empujaban se alteraban por entrar los primeros a las sesiones, e incluso en la cena corriendo durante la ingestión de alimentos. Pero que bulla tienen, si este debe ser un lugar para contemplar el tiempo despacito, disfrutar de cada bello gesto y agradecer a las personas que nos rodean sus atenciones.
Amanece el día 2, el suave gorgoteo de los pajarillos en mi ventana, hacen tomar conciencia que un nuevo día ha dado comienzo. Desayuno, tomo mis tratamientos termales, y dedico la mañana al placer de la lectura de “Un mundo sin fin”, la verdad que me ha cundido, a los pies de un bello arbol y rodeado de rosas, que transmiten sus fragancias al ambiente, van pasando las hojas ante mí, trasladándome a la Edad Media.
Una cosa curiosa de Canena y esta zona de Andalucía es la cantidad de rosas, de muchos colores y suaves y dulces olores.
El día va avanzando, y decido ir a Úbeda, durante el camino se me enciende un testigo en el coche, es de color naranja, con forma de sol y en su interior un signo de admiración (!), coronando el sol un cuadradito.
Al llegar a la ciudad pregunto si hay un concesionario de la marca de mi coche y amáblemente me indican el lugar. Al llegar al mismo, un atento muchacho me dice que es un testigo de indicador de luz fundida, tras comprobarlas, vemos que no hay ninguna, le doy las gracias y como gesto le compro una lata de aceite para el motor por sus atenciones.
Y a partir de aquí me surge una cosa curiosa, por la calle que me dirijo al centro, no tiro nunca con el coche, pero hoy me encuentro con un amigo malagueño, Alberto para más señas, me paro y le pregunto ¿Señor, para ir a Calle Larios?, el me mira y me dice, Juanfran ¿pero que haces tu aquí?, le contesto de Balneario en Canena, pero me gusta venir aquí para impregnarme del renacimiento, jajajajajaja. Una bella coincidencia de esta bella ciudad, una vez más, y quizás motivado por la simple luz de un testigo del coche.
Paseo por el centro, visito la Iglesia del Salvador, que una vez más me hace alucinar con su bello retablo, realizado por el maestro Berruguete.
Retomo mi corcel y regreso al Balneario, debo terminar de leerme el libro. Cosa curiosa el testigo de la luz, misteriosamente no se ha vuelto a encender, quizás me indicaba que debía coincidir con Alberto, no lo sé, la vida es así de divertida.
Hoy es un gran día para mi cuerpo, ¡¡¡ síiiii!!! para mi cuerpo, hoy tengo el masaje Shiatsu-Zen, que estado de paz se vive con él, en un ambiente tranquilo, y aplicando terapia japonesa que emplea elongaciones y presiones sobre puntos de acupuntura, con el fín de equilibrar la energía corporal y mejorar la salud. Pero lo más alucinante es que es tal el estado de relajación que logro, que me tienen que despertar, varias veces, no quiero abandonar este estado de bienestar…….
Al salir del mismo, me quedo que no se donde estoy, que paz, que bien me encuentro conmigo mismo, que bonito es estar vivo.
Por la tarde retorno de nuevo a Úbeda, pasear por sus calles me gusta, en el coche llevo un libro de Paulo Coehlo, “El Peregrino de Santiago”, o ojeo en un cafetería y me centro en varias frases que me hacen reflexionar.
“Aquel que labra, debe hacerlo con esperanza. El que trilla, debe hacerlo con la esperanza de recibir la parte que le es debida”.
“Un hombre que no sabe oir, no puede escuchar los consejos que la vida le da a cada instante”.
“Cuando uno viaja, siente de una manera muy práctica el acto de Renacer”… “como todas estas cosas son una novedad, uno ve en ellas solamente lo bello y se siente más feliz por estar vivo”.
Que bien resumen estas tres frases lo vivido en este nuevo puente de mayo.
Ahora toca recoger y preparar el camino de vuelta, pero con un cuerpo más descansado, una mente más relajada y un corazón lleno de amor para compartir contigo.
Canena “Paraíso de las Rosas”.
1 comentario:
Tú sí que sabes mimarte y disfrutar de ti mismo y de los premios y regalos que la vida nos concede. ¡Qué sana envidia me ha entrado al leerte! Y eso que los balnearios y yo no nos llevamos demasiado bien;).
Besos, alma bonita y medieval:).
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