Hace pocas horas, nos apresurábamos para dar comienzo a la despedida del año 2.008 y dar la bienvenida a este año del año 2.009. El ritmo se aceleraba, la ciudad hervía de gente corriendo sin un sentido lógico aparente, el estres nos rodea por todos lados como fiel aliado del fin de año.
Este año las prisas, y el luchar contra el reloj me ha hecho mella, me faltaban minutos para acabar con mis obligaciones laborales, por la tarde continuaba, y sólo cuando me senté a la mesa para cenar, mi cuerpo y mi alma entró en una paz aparente.
En mi mente pasa todo el año como una película, e iba sintiendo lo bueno que he vivido, el amor que he sentido y los amigos que tengo y me han llegado.
Pasaban los días, meses y trimestres por mi mente, pero al llegar al mes de Septiembre mi cuerpo se estremeció, dos gotas de agua salada se asoman a los balcones de mi alma como reacción a ese bello momento y me hace sentir muy bien.
El reloj con su estres me hace volver a la realidad, y casí son las 23,45 y poco a poco la mesa se transforma, llegan las uvas y en el televisor se ve el reloj de la Puerta del Sol, el año se acaba, fin de un ciclo en mi vida y el inicio de otro nuevo que influirá en mi proceso de evolución personal.
Suenan las campanadas y las uvas es un símbolo de los 12 meses que nos esperan por vivir, poco a poco van entrando en mi cuerpo, con la última campanada finaliza el rito, nos abrazamos y besamos. Acompañados este año con una pequeña Lucía que es más consciente del mundo que le rodea y que a todos nos hace alegrar el alma.
Amanece el día 1 de enero, ya no importa el tiempo, las horas pasan lentamente, el estres con las uvas ha desaparecido, que bonito poder desearle Feliz Año nuevo a mi novia Rocio, disfrutar con ella este primer día del año, fruto de nuestro compromiso de iniciar una relación, que nació en el 12 de Septiembre y se vio reforzada un 13 de Octubre en un bello y coqueto lugar de un bello pueblecito malagueño, llamado Rincón de la Victoria, y un lugar mágico y energético, una cuevecita cerca del mar.
La mar tan vinculado a mi vida, agua purificadora, que en la noche del 24 de junio purifica y renuevan tus energías y es un momento para dar gracias a Dios por todo lo vivido, es otro fin de año, es un Fin de año espiritual.
Dentro de esta cuevecita se encuentra la bella imágen de Nuestra Señora del Carmen, que en la tarde-noche del 13 de Octubre propició con su gran amor que Juan y Rocío iniciaran un nuevo camino de amor, cariño y respeto en pareja, y que ambos deben alimentar cada minuto para velar porque esa luz encendida se mantenga viva.
Feliz Año 2.009 a tod@s.
-Alma Feliz, Libre, Bonita, Grande y Enamorada-
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