lunes, marzo 17, 2008

"Ser nazareno".Jfcsanguino

Ser nazareno. Un verbo y un nombre que encierran mucho dentro de si mismo. 

Para algunos, es una persona que se pone un hábito nazareno y anda por las calles como disfrazado en carnaval. Para otros, es una persona que no esta muy cuerdo, o sea que es una especie de loco, anda que yo me voy a poner un capirote y una túnica para andar por ahí haciendo el ridículo.

Para mí es un mundo de sensaciones y de unos momentos únicos e irrepetibles.

Todo comienza cuando desde una pequeña cajita de cartón, guardada en mi armario, la abro. Mi habitación se llena de mágia y un escalofrío recorre mi espalda. Allí está, mi túnica, mi capirote y mis zapatos de charol. A la mente me llegan muy buenos recuerdos, y me indica que otro año más estaré junto a mi Cristo del Huerto.

Van pasando las horas, y el Domingo de Ramos se acerca, esa noche suelo dormir poco, llegan a mi mente continuas sensaciones, que hacen que no pueda conciliar el sueño. 

Me despierto temprano, desayuno con mis padres, y me arreglo para ir al centro a ver las procesiones de la mañana, el cantar de los pájaros, la luz que el astro sol arroja y el aroma suave de los naranjos, hacen elevar a mi alma cerca de la Gloria.

A medida que avanzo, los sones de trompetas y tambores, aceleran el ritmo de mi corazón, preludio a lo que viviré dentro de pocas horas.

Continuo con mi ritual, regreso a casa temprano, como algo ligero y me ducho, tomo una ligera siesta y comienza el momento.

Mi equipo de nazareno espera en su percha, me pongo la túnica, me ciño la sardineta, tomo mi capirote de cartón, los guantes, y andando comienzo mi peregrinar al Huerto de los Olivos, durante el camino, voy metido en mi mundo, aunque de vez en cuando me salgo de él, al escuchar a un pequeñin decir, ¡mamá, mamá!, ¡mira! un nazareno, y la madre le explica con su amor y dulzura que va a acompañar al Señor. Tras este breve momento voy llegando poco a poco a mi huerto particular. 

Al llegar la emoción y los nervios, hacen mella en los presentes, respiro hondo, los calmo y tomo situación de mis responsabilidades dentro de la procesión.

Organizo mi sección y cuando ya controlo la situación, lentamente y siguiendo el ritual, me pongo el capirote y mi mundo externo deja de existir, me enfrento a un mundo de oscuridad, y que sólo puedo comtemplar la luz a través de dos minúsculos orificios, pero ¡que sensaciones!.

Me dirijo a la calle, todo el mundo me rodea, nadie me conoce, mantienen su ritmo de vida normal, hablan de sus cosas, de sus asuntos cotidianos y allí estoy yo, sólo conmigo mismo, momentos que aprovecho para hablarle a mi yo interno, al que por prisas de la vida no lo escucho.

Durante la procesión, me pasa todo lo vivido durante el año, mis buenos momentos y los malos, pero al mirar al Señor a la cara, y sin decirnos nada, me lee mis pensamientos. Otro escalofrio recorre mi espalda, las lágrimas llegan al borde del lagrimal, pero sin salirse, conteniendo el momento.

La felicidad me inunda, y poco a poco la oración en mi huerto particular, va avanzando.

Como todo, tiene un buen principio y mejor final, cumplo con mis obligaciones, organizo la recogida de la procesión, poco a poco mis hermanos del Huerto, van entrando en la Casa-Hermandad, ¡compromiso cumplido!, y yo como buen cristiano, debo seguir ayudando, sin quitarme mi capirote (signo de penitencia), ayudo a mis hermanos de la sección de la Virgen a llegar a su casa. Y espero recibir al Señor y a la Señora.

Poco a poco avanzan los dos tronos, antes de entrar se saludan, se cuentan sus confidencias sobre su paseo por la ciudad, y yo enfrente de ellos, me quedo ensimismado observándolos, sin hablar nos lo decimos todo, sólo con mi mirarda me comprenden perfectamente, saben reconocer mis agradecimientos y mis anhelos, mis peticiones de protección por mis familiares y amig@s, así como mi oración personal para aquellos de los que nadie se acuerda.

Momentos para el alma muy personales y que poco a poco me van dejando solo, a pesar de que está la plazuela de la Concepción llena, me encuentro sólo, el ruido exterior no lo noto, sólo tengo mis sentidos fijo en Ellos. Y el pensar que voy a tener que esperar un año más para poder disfrutar con ellos de este bello paseo, y que volveré a agradecerles, por un año más estoy vivo para verlos.

Tras dejarlos en su Casa-Hermandad, retomo en silencio mi camino de vuelta a casa, y durante este paseo, sólo de nuevo, me oigo a mi mismo, mis pasos, mi respiración y mis pensamientos, con la complicidad de la luna, que poco a poco va creciendo, y que al mirarla fijamente, me vuelven las lágrimas al lagrimal, no lo sé, es como una mano que me acaricia, me conforta y me da fuerzas, pero sobre todo mi ALMA está muy FELIZ, estoy como en un globo, floto, no me duele nada.

Los pasos me llevan a mi casa, todo ha terminado, despacio me quito mi túnica, la voy doblando y preparándola para llevar a la tintorería.

La cajita de cartón de nuevo es abierta, ahora para recoger sensaciones,  guardo las cosas que no necesitan de limpieza, le saco lustre a los zapatos y todo vuelve a la normalidad.

Me ducho de nuevo, y me dirijo a mi cama, lleno de alegría y con el alma rebosante de felicidad.

Hoy si puedo dormir agusto y a pierna suelta, que mañana es otro día para dar gracias por estar vivo.

Y cierro estas líneas con la frase SOY NAZARENO, estoy agradecido de tener esta especie de locura y que cada año este tratamiento con  "Terapia de  túnica y  paseo junto a mi Cristo", me hacen cargar la batería de mi alma.

Si te ha gustado este escrito, te invito a que te pongas una túnica y un capirote y lo compruebes personalmente en la multitud de Hermandades y Cofradías que tenemos en esta bendita tierra de María Santísima.

-Alma Feliz y Libre-



2 comentarios:

Clito dijo...

Preciosa forma de describir sentimientos y sensaciones indescriptibles para todos aquellos a quienes la fe no ha descubierto, aún, los caminos de la felicidad.

Me has hecho evocar todo lo que echo de menos a mi procesión nocturna del Silencio en mi Laguna preciosa.

Acuérdate de los que no tenemos la dicha de vivir momentos tan mágicos como los que estás experimentando en estos momentos y siéntete, por todos nosotros y una vez más un alma feliz y libre;).

Un cariñoso abrazo y gracias por el remanso de paz que me supone, siempre, asomarme hasta tu espacio.

Anónimo dijo...

Muchas gracias clito, por dejar un comentario en este blog, y sobre todo por tu calificativo de "Remanso de paz", me enorgullece que te gusten mis escritos, que nacen de lo más hondo de mi alma, sin más pretensiones que dejar en un lugar todas mis vivencias para que en un futuro, tener un faro donde encontrar la costa en tiempos de temporal.

Un abrazo fraternal amiga Clito.

-Alma Feliz y Libre-

La vida es un juego maravilloso y nosotros somos los principales protagonistas

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Definición de Ángeles: "Grandes amigos, puestos por Dios al lado de cada Hombre, para que le acompañe en sus caminos". Pregón 2.005 Claudio Gallardo.