Aquí me encuentro, frente a un teclado y una pantalla, intentando resumir en unas breves líneas lo vivido en estos días. Me han pasado como un suspiro, pero necesito escribirlo para que no sea tan efímero como el pasar de un imagen de la Virgen o del Señor por las calles.
Mi camino personal arranca, en la noche fría del jueves al viernes Santo, cuando una joven pareja de amigos, me piden que si los puedo acompañar para conocer la "madrugá" de la ciudad de Sevilla.
Que gran honor para mí el poder iniciar a estas dos personas, en la belleza de una noche mágica en el año, muy especial para mí, donde la oscuridad da lugar a la claridad y desde el más profundo silencio llegar al gorgoteo de los pajarillos en el amanecer.
Tomamos el coche que nos llevará a ese lugar mágico, ellos cargados de miedos a lo desconocido, yo contento porque un año más puedo dar gracias en persona a unas imágenes que llevo en mi corazón.
La luna llena nos acompaña durante el recorrido, yo al volante tengo conversaciones con ella que me alegran y confortan.
Llegamos a Sevilla, dejamos nuestro vehículo y nos agregamos al fluir de muchas almas al encuentro con sus Cristos y con sus Vírgenes. La primera toma de contacto la tenemos con la Cofradía de los Gitanos, en calle Santa Ángela de la Cruz, el discurrir lento, nos hace fijarnos en muchos detalles, pero sobre todo el respeto de un pueblo a sus imágenes, ya por la calle, el reflejo de los ciriales, y el olor a incienso nos indican que algo llega, la música y el andar de este paso nos alegra el alma, igualmente nos lo provoca la Virgen.
Tras esta primera experiencia, les pregunto que tal, ¿os a gustado? y me contestan con un sonrisa que mucho, les indico que este es el comienzo, y ya eran cerca de las 5 de la mañana, el gélido viento nos hace poner en movimiento hacia el encuentro con el Señor de Sevilla.
En una calle que hace esquina con la Plaza del Museo, esperamos la llegada del Señor, impresiona el silencio que reina, el público aguarda, suena una saeta y se escucha perfectamente en la calle, pese a cantársela en mitad de la plaza, el paso avanza, los corazones se aceleran y poco a poco el Señor va adueñándose de la calle, el revolotear de una paloma se escucha perfectamente, el silencio se impone.
Tras pasar el Señor, noto algo en mi interior, no lo sé mucha paz, y alegría. Los pajarillos van cantando, poco a poco pasamos de la oscuridad al amanecer, ¡ Qué bonito !, cuando pasa la Señora, la calle recupera su ritmo normal, los comentarios, las conversaciones y el sonar de los zapatos.
Nos dirigimos hacia el barrio "El Baratillo", por el camino nos encontramos con la Hermandad del Calvario, y tras verla, desayunamos, son las 9 de la mañana, entre los tres hacemos el mismo comentario, ¡ Qué rápido pasas el tiempo!, y yo apuntillo, cuando uno disfruta con lo que está viendo y sintiendo el tiempo es nuestro aliado.
Al llegar al barrio del Baratillo, esto es el culmen de la madrugá. El Señor de las Tres Caidas avanza lentamente para hacer los honores a la Hermandad del Baratillo, arranca con una marcha y los hermanos costaleros se deleitan con ella, haciendo caminar al Señor. Igualmente ocurre con la Virgen Esperanza de Triana, y todos los presentes nos alegramos interiormente con la fe que mueven los pasos esos hermanos. Hay una electricidad en el ambiente que se puede notar.
Tras este momento de gloria para nuestras almas, volvemos a la realidad, intercambiamos sentimientos y les comento, pués ahora, queda el momento que más me gusta a mí personalmente. La Hermandad de la Macarena en Calle Feria y su llegada a la Basílica.
Poco a poco, vamos andando, acompañados por multitud de personas hacia la Basílica...... Nos encontramos a la Virgen en calle Feria, frente a la Casa-Hermandad de Montesión. He de deciros que la Hermandad de Montesión representa al momento en que nuestro Señor ora en el Huerto, cofradía a la que yo pertenezco en Málaga, en resumen se unen dos sentimientos en un mismo momento.
Suena la marcha "Esperanza Coronada", y las lágrimas se acercan al lagrimar, para contemplar este bello momento.
Tras pasar la Virgen, seguimos andando para ver al Señor, que ya está entrando por el Arco, tras verlo nos dirigimos al encuentro de la Macarena, que como buena Señora, se pasea por su barrio para que la admiren todos. Al llegar a nuestro lado, todos callamos, nuestro ojos se centran en ella y hay un diálogo interior, en el cual agradezco todo lo sentido y vivido este año, y por poder decírselo en persona, así como pedir protección para mí, mis familiares y dejo a los pies las peticiones de mis amig@s, para que le ayude e ilumine al menos como a mí lo hace, y elevo una oración por todas las personas que no han podido venir y a las que no se acuerdan nadie de ell@s.
Son las 14,30 horas del Viernes Santo, y nos sorprendemos al mirar el reloj, toca partir y retomar el camino de vuelta a casa.
La experiencia les ha gustado, y prometen repetir, me dan las gracias por los momentos vividos y llegamos a casa a las 16,30.
En mi particular caminar, me queda cumplir con otro compromiso contraído con mi amigo Alfonso, como algo, y encamino mis pasos hacia la ciudad de Ronda. Llego sobre las 19,00 horas, tomo un cafelito, y me reuno con mi amiga Eugenia y su marido, el hermano de Eugenia y su novia, y mi cuñada Regina.
Tomo unas instantáneas del atardecer rondeño que son un flipe. Vemos pasar el trono del Señor del Santo Entierro, el cual es portado por Alfonso, que gran esfuerzo, ya que tienen que subir una cuesta hasta llegar al centro de la ciudad, y pasar por el puente nuevo, muy bellas estampas que me alegran el alma y con la compañía inseparable de mi luna llena.
Tras estar viendo la procesión, abandono Ronda sobre las 22,00 de la noche, de camino a casa, toca descansar, mi cuerpo da señales de agotamiento, pero mi diálogo con la luna me reconforta.
Llego a Málaga a las 00,00 aproximadamente y me dirijo a mi lecho para descansar este cuerpecito.
Al mediodia del Sábado Santo, toca coger de nuevo el coche y partir a Sevilla para ver el Sábado Santo, pero ahora voy solo, durante el trayecto me asaltan muchas preguntas y dudas, pongo en orden mis ideas y construyo proyectos para el futuro.
Llego a Sevilla a las 18,00 horas de la tarde, otra vez la ciudad bulle de gente, me dirijo a la Plaza del Duque para ver la salida del Santo Entierro, Cofradía oficial de la Semana Santa, después de aguantar hasta las 19,30, se ve el primer nazareno al lado de la Cruz Guía, veo pasar a la famosa "Canina", al Señor y la Virgen, las gotas de lluvia hacen acto de presencia, pero por poco tiempo. Tras el paso de la Cofradía me encuentro con unos amigos de Málaga, intercambiamos una serie de saludos y abrazos, pero la lluvia nos interrumpe, que pena, no veas como llueve, ¡ qué lástima !, ¡ qué impotencia !. Sobre las 21,00 horas retomo el camino a casa, y qué camino, la luna me acompaña de nuevo, de nuevo retomo un diálogo interior con ella, no sé, se me eriza la piel, empiezo a lagrimear, algo me quiere decir, pero no sé lo que es.
Quizás, es que se acaba mi camino por este año, la Esperanza Macarena me ha regresado a casa sano y salvo.
Como pregunta interior me queda ¿He disfrutado?, ¿Mi alma se ha alegrado?, ¿Porqué hacer estos esfuerzos?.....
Os he de decir que esto no es una competición, es algo que acelera mi cuerpo, me da fuerzas, no sé de donde, pero tengo que deciros que sí he disfrutado, mi alma se ha alegrado, se ha engrandecido y he ayudado a personas en su caminar, y el para qué de tanto esfuerzos, es para hacerme más persona, evolucionar y crecer interiormente, ofreciendo mi alma a otras personas para que ellas también logren evolucionar en esta vida.
Desde esta líneas quiero dejar agradecimientos a varias personas, en primer lugar a Rocío, por haberle hecho plantearse el ponerse de nuevo el capirote, a Conchi por haberle alegrado el alma en estas fechas y hacerle sentir, lo que siente un cofrade, a Alfonso por los bellos momentos vividos en Ronda, a José Antonio y Milagros por acompañarme a Sevilla y acercarlos un poco al mundo cofrade sevillano, ni mejor ni peor que el malagueño, sino diferente. Y a Clito por sus bellos comentarios en mi blog.
Y a vosotros que me leeis a menudo, espero haber podido transmitir, en parte, lo que he vivido y sentido en estos cuatro días tan rápidos e intensos.
Feliz Pascua de Resurección.
- Alma Feliz y Libre -
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