Rebuscando entre mis bolígrafos me encuentro con una pluma, que me regalara mi amigo Bazán, y que un día por otro, o por mis miedos interiores, porque no reconocerlo, no me había atrevido a escribir con ella. Me he marcado un nuevo reto en mi vida personal, escribir con una pluma estilográfica.
La toco entre mis dedos y me encanta la sensación tan positiva que transmite, me cargo de valor y salgo a la calle para comprarle el líquido elemento que hace que este bello invento comience a crear.
Una vez puesta la tinta en su interior, hay que lograr que fluya la tinta, tras unos segundos de intentos, chas, chas, chas, comienza a ponerse en funcionamiento esta bella estilográfica.
Como un niño con zapatos nuevos, empiezo a dar mis primeros pasos con mucho cuidado, pero cargado de optimismo y con ganas de dominar esta nueva técnica de escritura.
Comienzo a escribir varias veces mi nombre y mis apellidos, con que facilidad salen de la punta las vocales y consonantes y que al acabar y leer me maravillo de la belleza que soy capaz de crear con un papel, un trocito de metal y tinta. Que sensaciones tuvieron que experimentar los grandes de la literatura, cuando con un instrumento más básico que este que uso yo, escribieron sus grandes obras, iluminados incluso por una vela.
Van pasando los días y voy cogiendo la técnica, mi letra que no es fea, al escribir con pluma se estiliza, logrando trazar unas líneas tan finas y delicadas, que el actual bolígrafo no me permite. Voy tomando confianza más en mi mismo y voy ganando soltura con la escritura.
Algunos amigos me dan consejos, en especial que no apriete el plumón, que me compre libros de caligrafía, o algunos más sentimentales como que la pluma estilográfica es algo muy personal y no se debe prestar, ya que dañaría el corazón mismo de este ser tan especial.
Me anoto todos estos buenos consejos, y como si de un nuevo amuleto se tratase lo porto conmigo, cerca de mi pecho, lugar donde debe cargarse de energía positiva para que capte los mejores momentos que vivo y los que me quedan por vivir, y logre transmitir sentimientos al trozo de papel en blanco que se me ponga por delante, para posteriormente escribirlo en mi blog o cuaderno de sensaciones positivas.
La verdad que al escribir con ella, siento como baila sobre el papel y van saliendo de su esbelta punta, letras y caracteres que al leerlos cogen cuerpo y transmiten mis pensamientos y sensaciones.
El resultado final es un texto limpio, fácil de leer y mi alma se llena al demostrarme a mi mismo que escribir con pluma es una sensación única e irrepetible, y que alguna vez debemos probar en la vida.
Esta pluma me ha ayudado a evolucionar como persona, llena mis momentos de soledad y eleva mi alma, llenándola de nuevas sensaciones. Me gusta escribir con pluma.
Juan Fco Caballero Sanguino
- Alma Feliz y Libre -
La toco entre mis dedos y me encanta la sensación tan positiva que transmite, me cargo de valor y salgo a la calle para comprarle el líquido elemento que hace que este bello invento comience a crear.
Una vez puesta la tinta en su interior, hay que lograr que fluya la tinta, tras unos segundos de intentos, chas, chas, chas, comienza a ponerse en funcionamiento esta bella estilográfica.
Como un niño con zapatos nuevos, empiezo a dar mis primeros pasos con mucho cuidado, pero cargado de optimismo y con ganas de dominar esta nueva técnica de escritura.
Comienzo a escribir varias veces mi nombre y mis apellidos, con que facilidad salen de la punta las vocales y consonantes y que al acabar y leer me maravillo de la belleza que soy capaz de crear con un papel, un trocito de metal y tinta. Que sensaciones tuvieron que experimentar los grandes de la literatura, cuando con un instrumento más básico que este que uso yo, escribieron sus grandes obras, iluminados incluso por una vela.
Van pasando los días y voy cogiendo la técnica, mi letra que no es fea, al escribir con pluma se estiliza, logrando trazar unas líneas tan finas y delicadas, que el actual bolígrafo no me permite. Voy tomando confianza más en mi mismo y voy ganando soltura con la escritura.
Algunos amigos me dan consejos, en especial que no apriete el plumón, que me compre libros de caligrafía, o algunos más sentimentales como que la pluma estilográfica es algo muy personal y no se debe prestar, ya que dañaría el corazón mismo de este ser tan especial.
Me anoto todos estos buenos consejos, y como si de un nuevo amuleto se tratase lo porto conmigo, cerca de mi pecho, lugar donde debe cargarse de energía positiva para que capte los mejores momentos que vivo y los que me quedan por vivir, y logre transmitir sentimientos al trozo de papel en blanco que se me ponga por delante, para posteriormente escribirlo en mi blog o cuaderno de sensaciones positivas.
La verdad que al escribir con ella, siento como baila sobre el papel y van saliendo de su esbelta punta, letras y caracteres que al leerlos cogen cuerpo y transmiten mis pensamientos y sensaciones.
El resultado final es un texto limpio, fácil de leer y mi alma se llena al demostrarme a mi mismo que escribir con pluma es una sensación única e irrepetible, y que alguna vez debemos probar en la vida.
Esta pluma me ha ayudado a evolucionar como persona, llena mis momentos de soledad y eleva mi alma, llenándola de nuevas sensaciones. Me gusta escribir con pluma.
Juan Fco Caballero Sanguino
- Alma Feliz y Libre -
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