Esta mañana al encender mi ordenador me he encontrado con una grata reflexión de Rafael J. Pérez Pallarés, dentro de su programa de radio “Palabras para la vida”, hace una gran reflexión: “ lo primero que le enseñamos a los más pequeños es “Venga date prisa”, haciendo partícipe a los más pequeños de nuestro estrés diario”.
Su reflexión me ha llegado hondo y me ha hecho pensar que no tengo un pequeño espacio para alejar la prisa de mi vida, hace tiempo que no disfruto lentamente de un bello amanecer, hace tiempo que no le quito las pilas a eso que llamamos prisa, hace tiempo que no tengo tiempo, y ello me lleva a plantearme que quiero solucionarlo, ya que mi alma necesita recupar ese espacio de paz y serenidad.
Para cual, al igual que hacemos a primero de año, quiero dedicar un poco de mi tiempo a disfrutar tranquilamente de mi mujer, de mi hijo, de nuestro tiempo.
Vamos a disfrutar en familia este tiempo que se nos regala, voy a poner el freno lo más fuerte que pueda para que cada segundo me sepa mejor, que cada hora sea un goce y que mi alma logre vibrar al ritmo de los amaneceres.
Pido a nuestros ángeles que nos ayuden a lograr estos objetivos.
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