lunes, octubre 30, 2006

“El amor como última meta”. ¡Despertad!. Jfcsanguino.


Este domingo día 29 de octubre, mirando mis libros, vuelvo a retomar uno especialmente interesante para mí, titulado “El gran libro de los ángeles” de Giuditta Dembech, tras una relectura me encuentro con un capítulo titulado “El amor como última meta”, el cual me hace reflexionar, recogiendo un mensaje de Esperanza que le transmitió un ángel a Hodson.

Narra las etapas del viaje del hombre: de la indiferencia hacia sus semejantes hasta el desarrollo de su llama interior, del amor hacia todas las criaturas que lo despierta, lo hace arder desde el interior, lo transforma hasta hacer de él una presencia divina que camina sobre la Tierra.

El objetivo de este mensaje es conseguir una profunda transformación interior, siendo un proceso lento y gradual, y que cada vez más personas se verán implicadas.

Leedlo y releedlo, dejad que la grandiosidad de este mensaje llegue a vuestro corazón.

“Vendrá un tiempo, en la larga serie de las muchas vidas del hombre, en el que el amor tomará el mando. Cuando el hombre se rinda a su poder, el amor inundará su ser, llenará su corazón, penetrará en los escondites de su alma. De ese modo, lleno de amor, iluminado, inundado, verá el dolor y el sufrimiento del mundo, oirá el grito de cada alma que sufre.

Las lágrimas de dolor caerán sobre su corazón y arderán como gotas de llama líquida.

El dolor de los pájaros, de los animales, de los peces del mar encontrará cabida en las puertas de su corazón. Sentirá sus agonías mientras se mueren masacrados por manos que no conocen amor.

Viendo todo esto, sintiéndolo profundamente en su alma, se levantará para intentar salvarlos y descubrirá que es impotente, que no puede parar la mano de la crueldad, que no puede sanar las heridas abiertas.

Descubrirá que no tiene ni el conocimiento ni la facultad de eliminar la agonía que lacera su corazón.

Entonces, consciente de su propia impotencia decidirá obtener el Conocimiento y el Poder.

De este modo él buscará el sendero y, una vez encontrado, empezará a andar por él. Si alguna tuviera vacilaciones, el amor le conducirá. Si por debilidad se volviera atrás, el amor le parará los pasos.

Si se perdiera a lo largo de los placenteros caminos transversales de la ilusión y de la intemperancia, el amor hará que vuelva atrás.

Si con argumentos huecos y teorías sin vida, los filósofos le ordenaran pararse, si cerrara sus oídos a los gritos de dolor, el alma tocará su poderosa trompeta, haciendo desaparecer las teorías y las filosofías, quemará con él con tal ardor que ya no podrá quedarse quieto.

Si caminando se ilusionara con los sueños, el amor despertará su alma, despedezará sus sueños, pidiéndole acción.

Si tuviera que tropezar, el amor le sostendrá. El amor le sonreirá a cada paso, ahondando cada vez más en su corazón.

En el sendero, descubrirá pronto que al lado del amor andan Conocimiento y Poder. Tiende la mano para ayudar a sus semejantes y verá como se curan sus heridas.

Lleno de esta nueva alegría sigue el viaje. Y el amor hablará a su corazón diciéndole “Conocimiento y Poder deben estar unidos dentro de ti, antes de que tu puedas sanar los dolores del mundo”.

Así, el amor pone entra las manos el estandarte que debe llevar y escribe el nombre de Dios.

Los hombres lo ven mientras recorre el camino, le ven el estandarte entre las manos, pero al esforzarse por leer su nombre, ven solamente “Poder-Conocimiento-Amor”.

No pueden leer el nombre de Dios, ven solamente la armadura, la espada y el escudo que Dios concede al hijo que va de viaje hacia Casa.

Armado y equipado de esta manera, atraviesa el puente, encuentra la fuente del conocimiento, del poder y del amor, de éstos se sacia y reconoce que es un ser divino.

Así, ahora que ha tomado conciencia, vuelve para sanar el mundo que ha dejado tras de sí. No hay dolor que no responda a la magia de su toque y no hay sed que no pueda ser aliviada con su poder. No hay mal que su conciencia no pueda disipar, no hay forma de vida, por elevada o modesta que sea, en la que no se pueda ver a si mismo.

Sana por medio la identificación. Elimina el dolor puesto que es el Ser del dolor, puesto que el dolor es el lado oscuro de la alegría.

Dejando el mundo de los hombres, se convierte en su redentor, este es el primer premio; esta es la meta. Para esto comenzó a recorrer el sendero.

En el acto de la redención experimenta el máximo de alegría, la alegría del amor completamente manifestado.

Vosotros, ¿no habéis sentido en vuestro corazón el dolor del mundo?, ¿el grito de sus sufrimientos os ha dolido en vuestro corazón o al contrario, dormís aún?.

Podéis dormir aún un poco más, pero vendrá el tiempo en que el amor os tomará de la mano y posará vuestros pies sobre el SENDERO. Por esto he venido a hablar en nombre de vuestro angélico SER, a intentar mostraros la Vía, a hablaros de su magnificencia, de la gloria todavía por revelar”

Si el amor hacia nuestros semejantes toca profundamente nuestro corazón, estamos en el camino justo. Si el deseo de llevar ayuda es fuerte dentro de nosotros, desde lo Alto lo han individualizado y predispondrán los caminos para nuestros pasos no se pierdan en la selva de las ilusiones terrenales..... Poder pasar de nuestro estado de humanidad “en sueños” al de humanidad “en camino”.

Reflexión de Juan Fco Caballero:

La dedicó a todos mis amigos y amigas que me ayudan a poner en práctica esta humanidad, comprendiendo muchas más cosas que hasta hace poco no tenía conciencia de ello, y que al leer este texto, tomen conciencia, como a mí me ha pasado, del Conocimiento y del Poder.

Tomando nota de cuanta falta de amor hay en el mundo que nos rodea, los egoísmos, las posturas radicales ante un problema, y el no escuchar a nuestros semejantes, el poder dedicarse unas horas a reflexionar y a escuchar el silencio, ¡si! el silencio.

De intentar ayudar a cada uno con sus problemas, y en ese proceso de comunicación descargarlo de tanta tensión y ofrecerles una visión optimista del problema.

Estamos en esta vida un día, disfrutemos de cada amanecer como si fuera el último y al atardecer agradecer a nuestros ángeles todo cuanto nos han dado en el día de hoy, veréis como cambian vuestra manera de ver el mundo y los problemas diarios os lo tomareis de otra forma más positiva.

Gracias a todos por ser mis verdaderos amig@s.

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La vida es un juego maravilloso y nosotros somos los principales protagonistas

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Definición de Ángeles: "Grandes amigos, puestos por Dios al lado de cada Hombre, para que le acompañe en sus caminos". Pregón 2.005 Claudio Gallardo.