"Ser padre no es sólo dar la vida, sino entregar la vida".Jfcsanguino

Atrás queda ya el año 2.010, inicio de mi nueva responsabilidad de ser padre, pero parece que fué ayer, cuando mi hijo llegó a mi vida y como su diminuto cuerpecito inundó de golpe un mundo de nuevas sensaciones y miedos. Pero que el paso del tiempo y su evolución como persona me ha ido haciendo cada día ver lo necesario y justo que es dar gracias a Dios por tenerlo junto a mí.

En todo este tiempo de evolución he tenido que aprender muy rápido, he tenido que cambiar muchos hábitos y lo más precioso que me ha pasado es compartir junto a mi mujer y mi hijo cantidad de cosas bellas que nos aporta a nuestras vidas. Ahora mismo se me hace difícil entender la vida sin mi mujer y sin mi hijo.

Tras estos años de entrenamiento, ya estábamos preparado mi mujer y yo para recibir otro nuevo regalo de Dios, la llegada de nuestro segundo hijo, nos abría unos retos que superar y cantidad de dudas sobre como íbamos a integrarlo en nuestro día a día.

Pero el poder de su sonrisa y esos ojos vivarachos, nos lo decían todo sin tener que hablar. Desde su nacimiento me he esforzado por disfrutar momentos que no disfruté plenamente con mi primer hijo, por ser un acontecimiento nuevo, con sus retos y sus dificultades. 

En cada biberón que le he dado a mi hijo me he sentido muy afortudado de poder hacerlo y como esas pequeñas manos me apretaban mis dedos, haciéndome sentir la fuerza de la vida y el agradecimiento de mi hijo por ese gesto con él.

En este tiempo he aprendido el sacrificio y la entrega por mis hijos, el como he renunciado a horas de sueño por ellos, el como he renunciado a disfrutar de "mi" tiempo de ocio por jugar con ellos, a como he renunciado a muchas cosas que antes las disfrutaba plenamente y ahora no me cuesta el renunciar a ellas por compartir mi tiempo con mis hijos y mi mujer.

La llegada de nuestros hijos, nos han hecho crecer como personas a mi mujer y a mí, hemos renunciado a muchas cosas, pero son más los beneficios que nos reportan nuestros hijos.

En este tiempo de Navidad que se va acercando, y la llegada del nacimiento del niño Jesús el próximo día 24 de diciembre, me hacen retrotaerme al día en que nacieron mis hijos y me recuerda que Dios aún tiene fe en los hombre, alegrando aún más mi alma y llegando a estados de felicidad interior.

Pido a mis ángeles y a los ángeles de mis hijos y mi mujer que nos iluminen cada nuevo día para disfrutar de una familia sana, feliz y unida.

Es por eso que hoy me siento bien de estar con esta familia, creada por mi mujer y yo que le dan sentido a todo lo que hacemos y pretendemos hacer.

-Alma Feliz, Libre, Grande, Bonita y Enamorada-